En Argentina, el transporte terrestre es responsable de aproximadamente el 94% de movimientos de cargas y se somete a dos factores de riesgo: la escasez de choferes y la falta de infraestructura vial.
Dos problemas se imponen en nuestro país para el sector de transporte automotor de cargas y si bien son de escala global, Argentina deberá atender para sortearlos de manera eficiente. Por un lado, la falta de conductores para cubrir miles de puestos de trabajo en la actualidad y en los próximos años y por el otro, el estado de las rutas y la falta de infraestructura y seguridad vial.
En este sentido, se prevé que en 4 años haya 110.000 puestos de choferes sin cubrir, un 17% del total del sector y que, a su vez, menos del 12% de los conductores son menores de 25 años. Por ello, una posible solución es que se baje la edad de 21 a 18 años para poder manejar camiones de menor porte en Argentina.
Sin embargo, el déficit es común globalmente, ya que muchos son los países con esta problemática que responde, según estudios pertinentes, a variados factores como el envejecimiento de la fuerza laboral (cada vez son menos los choferes jóvenes) y a la falta de incentivo en la profesión (por los largos viajes, estar fuera de casa y las dificultades en las condiciones de trabajo).
Desde CATAC, consideramos que hay que valorar nuestra indispensable profesión e incentivar a más jóvenes a elegir ser conductores profesionales de camiones. No obstante, la coyuntura económica actual también contribuye a complicar la situación, debido a que los costos a los que se enfrentan las empresas (combustibles, salarios, vehículos y peajes) han aumentado.
El otro problema a solucionar es que Argentina cuenta con una red vial de aproximadamente 640.000 kilómetros, de los cuales solo 40.000 kilómetros corresponden a rutas nacionales pavimentadas. Según el último informe del INDEC, solo el 8% de las rutas nacionales son autovías. Además, de los 200.000 kilómetros de caminos provinciales, sólo un tercio está pavimentado, mientras que el resto siguen siendo caminos de tierra.
De este modo, el estado de las rutas condiciona el transporte, ya que genera un sobrecosto en la logística, afecta la seguridad vial de los transportistas y alarga los tiempos de viaje perdiendo eficiencia y encareciendo sus costos.
Como CATAC, prestamos mucha atención a estas dificultades que atraviesa nuestro sector y consideramos que las empresas y el gobierno deben buscar diversas soluciones. La modernización y el mantenimiento de las rutas son fundamentales para mejorar la competitividad de Argentina en el comercio regional e internacional. A su vez, creemos que el lanzamiento de un programa de formación para nuevos jóvenes conductores, complementado con incentivos y mejoras en las condiciones laborales podrá hacer frente a la escasez de choferes de transporte de cargas y superar de a poco este enorme desafío.